Cuido mi Planeta

Nosotras somos las abejas, y queremos que nos escuches, porque tu hogar también es nuestro. Hace muchos años, tu casa era nuestra casa, pero poco a poco nos fuiste desplazando. Ahora estamos en peligro… y tú también. Por eso venimos a buscar alternativas que permitan la continuidad de nuestro planeta.

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Sabemos que a veces no piensas en nosotras ni en los demás animales. Pero tenemos corazón, y también sentimos dolor. Es triste mirar al futuro y darnos cuenta de que nuestro planeta ya no puede con tanta basura y desperdicio que se genera todos los días en fábricas, restaurantes y muchas otras actividades hechas para que tú te sientas feliz.

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Sin embargo, es importante que pienses en el futuro de tu familia. ¿Qué vas a dejarles a tus hijos, nietos y sobrinos? ¿No crees que ellos también deberían tener la oportunidad de comer un delicioso durazno?

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Somos muy trabajadoras. Despertamos alrededor de las seis de la mañana y regresamos al caer el sol. Recolectamos polen y lo llevamos a otras flores para que se reproduzcan. Te regalamos el mejor manjar: nuestra miel, que elaboramos a partir del néctar de las flores. Pero cada vez nos cuesta más encontrarlo. Ya no tenemos suficiente comida, y lo poco que conseguimos a veces nos hace daño… incluso nos mata.

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Nuestra familia está disminuyendo. Y, si no se hace nada, la tuya también comenzará a hacerlo. Por eso queremos que nos ayudes, porque solo tú tienes el poder de decidir nuestra continuidad y la de otras especies. Somos parte de un ejército de polinizadores, junto con colibríes, moscas y mariposas. Nosotras les representamos, porque nuestra familia es muy numerosa.

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Por suerte, no todos los seres humanos nos han olvidado. Hay quienes aún se preocupan. Aquí, en Tulcán, encontramos una oportunidad: tenemos la primera ordenanza en Ecuador que nos acoge, nos protege a nosotras y a quienes nos cuidan, los apicultores.

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Hemos logrado mucho, pero aún nos queda un largo camino por recorrer.

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Tú puedes ayudarnos desde casa.